UN CUENTO REAL por Miguel Ángel Pérez Nevado
Érase una vez el reino de los números reales. Allí los números racionales e irracionales coexistían llenando toda la recta; no era una relación cualquiera, era una relación de mucha proximidad, dado que cada número racional tenía siempre un vecino irracional, cosa que al revés también se verificaba.
El ambiente en la recta era armónico, incluso de vez en cuando se gastaban bromas que casi siempre recibían los pobres números primos. El número áureo con su dorada luz iluminaba gran parte de la recta. Los ancianos naturales contaban historias a sus nietos los irracionales, historias de mundos de dos coordenadas, e incluso de tres, y más; mundos donde las cosas no funcionaban igual que en el suyo. Los tiernos irracionales los escuchaban con una mezcla de fascinación y escepticismo, y pensaban en la posibilidad de tales historias, imaginándose recorriendo el plano a lomos de la bisectriz del primer cuadrante o teniendo una lucha heroica con la gran serpiente coseno. En la recta real también se podían observar los épsilon mayores que cero, cuya existencia era feliz acotando límites y sucesiones.
Pero no todos los épsilon eran felices. Había un épsilon muy pequeño, muy próximo a cero que no era feliz puesto que quería crecer. Se sentía ínfimo, quería hacerse mayor y no lograba dar con la forma de lograrlo. Una de las veces llegó a elevarse de modo natural pero sólo consiguió hacerse más pequeño. Así pasaba su desdichada existencia nuestro número. Mas un día otro épsilon le dio la solución a su problema: “Hazte inverso y serás tan grande como deseas”.
Así lo hizo nuestro épsilon y al momento se convirtió en un número enorme, monstruoso. Pero el número en cuestión, era demasiado inconformista y siempre miraba con envidia a otros números que eran más grandes que él, que siempre los había. Así que, al cabo de un tiempo decidió que quería ser como el Dios infinito, nada más y nada menos. Para ello hizo todo lo posible, incluso se multiplicó en su esfuerzo por lograrlo, pero nunca lo logró; eso sí, cada vez fue más grande, mas siempre ocurría lo mismo, siempre había otros números más grandes que él.
Un día decidió que ya estaba cansado de recorrer ese camino sin final. Así que se acordó de cuando era pequeño. Un número racional le dijo que en el otro lado de la recta había una zona oscura, tétrica, tenebrosa, donde los números eran malvados o negativos.
-Quizás allí haya un final -se dijo.
Por tanto, hacia allí decidió que encaminaría sus pasos. Para conseguirlo empezó a tener malos pensamientos, se volvió irracional, tanto, que ya no sabía ni siquiera qué número era. Esto lo llevó a cometer un gran delito real, nada más y nada menos que rebelarse contra el orden establecido, poniendo en peligro la estructura del cuerpo ordenado.
El consejo de los cuatro números reales más importantes, 0,1,e,π se reunió de forma extraordinaria en la igualdad eπ.0= 1 y decidieron mandarlo al exilio de la parte de los números reales negativos, cosa que al fin y al cabo era lo que nuestro número quería conseguir. Los grilletes del negativo le fueron impuestos. Y así de esta forma cambió nuestro buen número de signo.
Al principio, en la otra parte de la recta fue feliz, pero pasado el tiempo acabó dándose cuenta de que tampoco allí podría alcanzar la divinidad del diablo menos infinito. Su frustración fue tal que su voluntad se anuló. Acabó sus días en el limbo del cero, de donde ningún número lo ha vuelto a ver salir.
FIN.
Un buen cuento deberias hacer una segunda parte, porque es entretenido. Me ha gustado mucho, es muy bonito y aprendes cosas sobre las matematicas.
ResponderEliminarHola, muy bonito miguel angel. Espero la segunda parte pronto ehhhh
ResponderEliminarSANDRA
Me ha gustado mucho el cuento y es muy entretenido. Eres muy buen escritor Miguel Angel. Espero la segunda parte.
ResponderEliminarAlberto
Hola Miguel Ángel, el cuento me parece entretenido, para mi es un buen cuento, aver si escribes pronto la segunda parte.
ResponderEliminarSaludos
EDGAR
Miguel Angel, me encanta el cuento, aún que hay cosas que no entiendo muy bien.
ResponderEliminarDeberias de hacer un cuento sobre informatica,con el lenguage binario y los bytes, los megas, los gigas y los terabytes. No se si exactamente se escribe así pero estaría bien que hicieras un cuento de informatica.
Me ha gustado mucho, deberías hacer una trilogía.
Se despide:
Cristian
Un buen cuento deberias hacer una segunda parte, porque es entretenido. Me ha gustado mucho, es muy bonito y aprendes cosas sobre las matematicas.
ResponderEliminarKEVIN
Buenas, Mieguel me ha encantado tu cuento de nuemros, es entretenido y divertido, sigue así!!
ResponderEliminarEsperamos la segunda parte!!
Besos..!!
Fdo: Azahara
miguel angel felicidades por este cuento es muy bonito,tienes que hacer más cuentos.
ResponderEliminargloria
el mejor cuento de mates que he oido nunca jajaja
ResponderEliminarespero la segunda parte
xao
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